Insólito objetos perdidos en el metro de México
Insólito objetos perdidos en el
metro de México
En un depósito de la estación Candelaria
se guardan desde celulares, computadoras y juguetes, hasta un violín, muletas,
y una urna funeraria
Urnas funerarias, bicicletas, carritos de supermercado,
carriolas para bebé, pasaportes, teléfonos públicos arrancados de las cabinas,
computadoras personales… La oficina de objetos perdidos del Metro de la Ciudad
de México es un submundo en el que se pueden encontrar objetos extraños,
algunos que desde hace casi tres décadas fueron olvidados por sus dueños.
Una pequeña bodega en la estación Candelaria del Sistema de
Transporte Colectivo Metro (STCM) recibe cada año entre 2.000 y 2.200 objetos
que las prisas, el descuido o a veces de manera intencional aparecen en los
vagones de las 195 estaciones de las 12 líneas del sistema que diariamente usan
más de 5 millones de personas.
"Tenemos hasta urnas funerarias. Hace poco vinieron a
recoger una urna que estuvo en resguardo ocho meses y que tenía las cenizas de
una bebé. La historia es que la familia se cambió de domicilio y como la gente
del camión de mudanza no se quiso llevar la urna, la familia se la llevó a su
nueva casa en metro junto con otras cosas y la dejaron olvidada. La gente vino
con fotografías y una serie de documentos para comprobar que era de ellos y se
les devolvió. La otra urna sigue, aquí llegó más o menos al mismo tiempo, con
días de diferencia", dijo a Infobae Donovan Alvarado Canales, jefe de la
oficina de Objetos Extraviados del metro.
Lo más seguro es que Gustavo Guerra Ortuño, quien nació en
1973 y murió en el año 2000, nunca pensó que su último destino sería esta
oficina en una de las 195 estaciones del metro capitalino.
La runa con la cenizas de Gustavo Guerra Otuño, que espera
que alguien la recoja
La runa con la cenizas de Gustavo Guerra Otuño, que espera
que alguien la recoja
Por una ley de confidencialidad de datos vigente en el país,
los empleados de esta oficina no pueden indagar más allá de la información que
proporciona la urna.
Sin embargo, aquí se le guarda "el respeto que
merece" y está en un lugar apartado del resto de las cosas y con una
imagen religiosa que resguarda las cenizas.
Entre los objetos está una variedad de teléfonos móviles,
zapatos, mochilas, documentos oficiales como un pasaporte de un ciudadano
francés, muletas ortopédicas, cascos de motociclistas, televisores viejos y
carriolas para bebé.
Álvaro Canales afirma que todos los meses reciben un
promedio de 200 objetos. En algunos casos aparecen los dueños, pero en la
mayoría no.
"Es importante que la gente sepa que si pierde algo en
el metro tiene la posibilidad de recuperarlo, porque muy pocas personas saben
que existe esta oficina y si olvidan algo ya lo dan por perdido, pero
afortunadamente hay gente honesta que se encuentra cosas y las entrega al jefe
de estación y después las trasladan a esta oficina", señala el encargado.
En el caso de los móviles o los computadoras se busca si
existe alguna información de la persona como sus redes sociales y si es así se
le contacta vía mensaje directo para comunicarle que puede pasar a recoger el
objeto perdido.
Macabros hallazgos
En el metro se puede encontrar de todo, como sucedió el 21
de diciembre de 2013 cuando en una maleta abandonada apareció el cuerpo de una
mujer decapitada.
Las cámaras del STCM lograron captar al hombre que abandonó
la maleta, pero hasta ahora no se la ha podido identificar ni a él ni a la
mujer a la que perteneció el cuerpo.
Otro hallazgo macabro, según narra, Álvaro Canales lo vivió
un día que llegó a su oficina una bolsa que en su interior incluía objetos de
santería como una estatua de la Santa Muerte –un culto que está cobrando fuerza
en México, principalmente entre policías, reos y gente que vive en barrios
populares-, muchos collares, huesos "y una serie de coas que preferimos no
tocar".
"Cuando llegó el dueño a recogerla traía una cruz
tatuada en la frente y en una mano una Santa Muerte, pero comprobó la propiedad
y se le entregaron sus cosas", relató.
En el fondo del almacén donde se guardan todos estos objetos
hay dos carritos metálicos de supermercado que están ahí desde principios de
los años noventa, cuando se abrió la oficina.
El encargado afirma que la historia de cómo llegaron ahí ha
pasado por generaciones de trabajadores del sistema. Cuentan que un usuario en
una estación al Sur de la ciudad llegó con sus compras del supermercado en las
carritos, cuando le dijeron que no los podía pasar, tomó sus bolsas y ahí los
dejó.
"El tema es primero cómo sacó los carritos del
supermercado, porque se supone que está prohibido, luego todo lo que tuvo que
pasar para llegar hasta los andenes de la estación, que debió de haber subido
muchas escaleras, ¿cómo hizo todo eso?", cuestiona
Desde 2010 en distintas estaciones se instalaron arcos
detectores de metales para evitar el ingreso de armas y objetos peligrosos,
pero la gente sigue entrando con objetos como televisores antiguos, teléfonos
públicos que fueron arrancados de las cabinas y hasta aparatos de rasurar con
navajas.
Pero también hay objetos que despiertan risas, como una
bolsa llena de muñecos de peluche, "que a lo mejor se le olvidó a un
comerciante".
Si un objeto cae a las vías, el funcionario recomienda no
aventurarse a recogerlo porque entre la fosa de las vías y la banqueta existe
una distancia de dos metros, lo que dificultará a la persona volverse a subir,
pero también corre el riesgo de electrocutarse.
Cuando llega un objeto a esta oficina, se clasifica y se
coloca en los estantes de acuerdo a sus características. Por protocolo se
guardan seis meses si en ese tiempo no aparece alguien que compruebe la
propiedad, las cosas tienen destinos diferentes.
En el caso de las muletas, bastones, ropa y los zapatos
-aquellos que se encuentran con el par, porque también aparece una sola pieza-
se donan a albergues y asilos.
Los teléfonos celulares y los aparatos eléctricos entran a
un programa de reciclado implementado por las autoridades ambientales.
Pero hasta ahora, no se sabe qué hacer con los carritos de
supermercado, la urna funeraria y algunos otros objetos que ya forman parte de
la colección de objetos perdidos.
LEA MÁS: http://www.infobae.com/america/mexico/2017/03/04/la-insolita-coleccion-de-objetos-perdidos-del-metro-de-la-ciudad-de-mexico/
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